Los países presentes en la cumbre de la ONU sobre el Cambio Climático en Durban (Sudáfrica) alcanzaron un acuerdo in extremis al estilo que la Unión Europea y los países más vulnerables pedían. Sin embargo, este no deja de ser un compromiso agridulce: aunque se prorroga el protocolo de Kioto, los plazos para cumplir sus objetivos son tan amplios que se corre el riesgo de que el calentamiento de la Tierra aumente en más de 2ºC , temperatura que una vez rebasada podría tener consecuencias catastróficas para la humanidad, según los científicos presentes.
Para las organizaciones ecologistas, la cumbre no ha dejado de ser un "fracaso". Así lo ha calificado Greenpeace, quien opina que los países participantes deberían "sentirse avergonzados" por haber elegido "escuchar a los contaminadores por encima de la gente". Otros, como Friends of the Earth International lo califican de "decepcionante".
Canadá, Japón y Rusia, que ya anunciaron su intención de NO renovar Kioto, se caen del segundo periodo de compromisos. Además, Canadá, que forma parte del vigente protocolo de Kioto, está dudando si marcharse o no de este primer compromiso antes de que finalice 2011.
En el caso de Canadá, la negativa a cumplir las reducciones de emisiones por parte del Gobierno del conservador Harper (en el poder desde 2006) se debe principalmente a la presión recibida por parte de algunas compañías y asociaciones (entre ellas Shell Canada y la Asociación Canadiense de Productores de Petróleo, según Greenpeace) para que no se intervenga en el desarrollo de los gigantescos yacimientos de petróleo situados en la provincia de Alberta.
Por su parte EEUU y China hasta el último momento han paralizado el desarrollo de la cumbre, finalmente cedieron al desarrollo de una nueva hoja de ruta, pero esto no implica un compromiso inmediato, puesto que no se aplicará hasta el 2020.
Eva Casielles García
Secretaria de Organización y NNTT