Todo sonaba muy bonito. Todo sonaba muy convincente. "No subiremos los impuestos", "no haremos recortes en polítcas sociales, sanidad y educación", "mantendremos el Estado de Bienestar"...
¿Cuál fue la consecuencia directa de estas bellas palabras? Una mayoría absoluta aplastante que le permitía al PP moverse en el campo de las políticas de los ciudadanos con total libertad.
Sus primeros días de gobierno eran perfectos. Los nuevos dirigentes del país se encontraron con una gran crisis económica y el gran legado de Zapatero, que justificaba todas sus actuaciones. No obstante, todo este periodo de perfección desapareció en el momento en que enseñaron la TIJERA.
Pretendían mejorar la educación, y su solución inmediata fue: despedir a miles de profesores, la reducción de la dotación económica a la enseñanza pública (mientras le se le regala una cantidad superior a la enseñanza privada), disminución (por no decir, desaparición) del número de ayudas y becas de estudio, etc.
Pretendían mejorar la sanidad, y lo hicieron con numeros despidos de personal sanitario, lo cual supuso un aumento de las listas de espera y un colapso en hospitales y centros primarios. Para mejorar esta situación lo que están queriendo hacer es privatizar nuesto actual sistema sanitario PÚBLICO, mediante el copago. Asimismo, han congelado la Ley de Dependencia, dejando sin la correspondiente ayuda a miles de personas que la necesitan.
No obstante, no les podemos tachar de mentirosos, ya que una de las cosas que repitieron hasta la saciedad que harían nada más llegar a la Moncloa era derogar la polémica Ley del Aborto. Lo cual supone que será necesario el consentimiento de los padres para que una menor pueda abortar, restringiéndole de esta manera su libertad de decisión.
Pretendían mantener las políticas sociales, y decidieron: intentar fomentar el desequilibrio de la igualdad que tanto nos ha costado construir a lo largo de estos años. Así, intentan prohibir los matrimonios entre personas del mismo sexo, pretendiendo que únicamente puedan conjugarse en uniones de hecho (y, eso si se permite...), se oponen a una regulación expresa sobre el derecho a la muerte digna (proyecto en vías de formación por el anterior Ministerio de Igualdad), recortan en proyectos de acción humanitaria y de investigación sobre el SIDA, entre otras.
No obstante, en cuanto a las políticas sociales intentan no hacer ninguna referencia hasta pasadas las elecciones del próximo domingo, pues, podrían poner en peligro muchos votos. Por tanto, que no os extrañe que el lunes o el martes se empiece a hablar con total libertad de la inconstitucionalidad de los matrimonios homosexuales o del aborto, por ejemplo.
De esta manera, también "intentan ayudar" al medioambiente. De hecho, una de sus propuestas más recientes es hacer una reforma de la actual Ley de Costas para poder llevar el cemento y los ladrillos a la orilla del mar, es decir, hacer edificables los espacios litorales. Eso sí, dicen que creará empleo y facilitará la actividad económica; por tanto, debemos apoyarles.
Y por último, querían reformar la justicia. Si bien es cierto que la justicia española actual es demasiado lenta, también lo es que se requiere agilizarla debido al numeroso cúmulo de asuntos pendientes existentes en los tribunales. El Gobierno del PP lo que pretende es utilizar una fórmula rápida y sencilla para darle agilizad al sistema judicial, "habrá justicia para el que pueda pagársela". De tal manera, que suponiendo que en España la mayoría de la población se encuadra dentro de la clase media o media-baja, los tribunales tendrían poco trabajo, ¡qué gran medida!
Lo que ocurre es que su solución es imponer una serie de tasas en la segunda instancia judicial, que supone que los particulares no tendríamos derecho a recurrir los fallos judiciales si no pagamos por ellos. En mi opinión, esto va a crear una situación de indefensión para los particulares que no podrán hacer valer sus derechos sin un previo pago por ello.
En resumen, que la solución que nos propone la derecha para afrontar los problemas de la sociedad y, en concreto la actual crisis económica, es la TIJERA.
Aún tenemos una oportunidad para luchar por nuestros derechos y no debemos desperdiciarla como en las dos anteriores ocasiones. En Asturias, debemos tomarnos en serio la situación que estamos viviendo y tenemos que defender las políticas sociales. Por esa razón, no debemos apoyar al "tijeretazo", y debemos apostar por una política de izquierdas que defienda todos nuestros valores.
Neyla Pérez Alcaraz
Secretaria de Igualdad y Movimientos Sociales
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